Mas clicando lá, lemos uma esfaimada, escabelada tolice:
Se le ve fuerte. Decidido a cambiar su destino. La idea de que la cárcel, con el tiempo, iba a debilitar a Luiz Inácio Lula de Silva no se corresponde con la realidad. El expresidente de Brasil (Caetés, 1945), preso desde abril de 2018 en dependencias de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba, ha decidido romper su silencio en una entrevista con EL PAÍS y el diario Folha de São Paulo desde la cárcel. Durante la conversación, que se prolonga durante dos horas, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) confiesa que está obsesionado con probar que es víctima de una farsa y no descarta volver a la política si logra salir en libertad.
FIN DE LA CENSURA
La entrevista de EL PAÍS y Folha de São Paulo con el ex-presidente Lula pone fin a un intento de censura que duraba ya siete meses, y que dejó en suspenso si este diario lograría conversar con él hasta el último momento. En Brasil, la Constitución permite a los presos conceder entrevistas. El jueves, 25, un día antes de la fecha marcada para el encuentro de Lula con los periodistas de los dos medios, delegados de la Policía Federal de Curitiba, donde el expresidente está preso, nos avisaron de que la entrevista solo sería realizada en la presencia de otros periodistas que querían participar en la charla de dos horas con Lula. Transformarían la exclusiva en una rueda de prensa, sin consultar al entrevistado, aunque dejaran que el expresidente respondiera a las preguntas que él quisiera, según nos explicaron. Llamaba la atención que la presión por abrir la entrevista de Lula a otros periódicos fuera hecha por medios que tienen una postura editorial radical contra el expresidente; algunos de ellos se refieren a Lula en sus noticias como “presidiario”. El abogado de EL PAÍS presentó un recurso al Supremo el mismo jueves para que se respetara la exclusividad – y la voluntad de Lula que aceptó la entrevista para hablar por primera vez desde que fue preso con estos dos periódicos— y la Corte lo aceptó. Si el Supremo no se hubiera manifestado, la entrevista no se habría realizado porque Lula se negaría a hablar en una rueda de prensa en este momento.
Pois que dizer? Acho que a primeira coisa é que a entrevista é emocionante. A segunda é que a prisão de Lula foi de um oportunismo vulgar, preparada desde um ou dois anos antes com aquela farsa da prisão em segunda instância. Ele não foi o primeiro, mas a decisão era direcionada para ele. E, cá entre nós, essas acusações da posse do apartamento e do sítio são verdadeiramente infantis. Ainda assim, não posso deixar de dizer que Lula pisou na bola, naqueles tempos, ao omitir-se de indicar o candidato a vice-presidente em sua chapa. Quando isto foi feito, já não havia tempo para saber-se de uma frente liderada por Fernando Haddad e para desfazer a campanha de robôs com as fake news. Nossa esquerda precisa de uma injeção de coramina, se não sou antigo...
DdAB
Nenhum comentário:
Postar um comentário